sábado, 30 de enero de 2010






El viento se sumerge por la densa selva;/busca su hogar perdido,/ está solo entre la niebla y los árboles/que callan al oír el rugido del gran jaguar,/dueño del río/de la brisa y del territorio./El felino mata a su enemigo/en venganza de estar manchado por el débil viento.



























La mariposa rosa come limones en el limonero mientras juega con el trompo chino de la soledad.

Domingo











Domingo el pastelero faltó al trabajo tres días por el susto que se llevó cuando María -su galleta predilecta, a la que guardaba con tanto cuidado, por ser su obra maestra: redondita, delgada y perfectamente enorme, más grande que toooodas las galletas del mundo- había revuelto toda la pastelería. Así que Domingo se puso muy pero muy rojo y gritó -¡Que se vaya! -y ella se fue desconsolada. Un día que Domingo se sintió sólo y triste, la buscó para pedirle perdón...pero justo ese día María se rompió y lloró muchisisísimo. Domingo la buscó y buscó, tardó 100 años en buscarla, hasta que la encontró despedazada...María tomó uno de sus pedazos y se lo dio a Domingo para que pudiera comer después de tanto tiempo.

lunes, 11 de enero de 2010

Espectro de mi tristeza













Cuando te veo angustiada/mi realidad se hace eterna,/mi eternidad se hace ardiente/ y mi ardor se hace la muerte.

Llamarada de diamantes


















En el litoral del suspiro, la sangre secreta de la llamarada de árboles y la locura sedienta salen del ahogo en compañía de rosas. Espuma en mis ojos que parpadean libres y mi vista rebota en los muros para ver la máscara de muerte. El latido de mi mano endurece mi silencio y traza un tablero de la nada. El diamante de una mueca se oye muy lejos y parece que la misteriosa rosa me habla como si quisiera decirme algo.

sábado, 9 de enero de 2010


VELASTRAL

















Instalada en el oscuro cielo del día que no hubo sol, una vela subió sus resplandores hasta la casa de un arlequín. Mientras el pequeño hombre dormía, la vela extendía sus brazos de cera hacia la luna y resoplaba el viento para expandir su flama.
Otro día llovió más fuerte que una tormenta así que voló a un pueblo muy hermoso y pensó
-¿dónde estoy? -Pero cuando llegó el viento…la apagó, la vela, buscó su fuego y notó que ya no estaba ahí.
Tratando de encenderse otra vez…dijo: -¡ya sé! si espero una tormenta de rayos y centellas volverá mi fuego -y esperó y esperó y esperó…y de repente…¡trrrrrrrruuuuuuuunnnnnnnn! cayó un rayo disparado…cuando vio lo fuerte que estaban lo rayos, empezó a correr …la vela corrió lo más rápido que pudo y ¡zaaaz! Que le cae uno encima…y se desmaya.
La luna, preocupada por los efectos de la tormenta, mandó a todas sus estrellas. La vela con el cuerpo lastimado todavía estiró muy arriba sus brazos de cera, el pabilo volvió a encender su fuego en la galaxia, y la vela ardió con las estrellas, parpadeando para siempre.

sábado, 2 de enero de 2010

AGUJA


















Esta aguja entra lentamente por mi suéter, calienta mis rosas pasando por la arena bajo el cielo.

SOMBRERO AZUL















Se disfraza mientras la noche empieza a caer lentamente, con las estrellas amarillas y brillantes.